Risoterapia

Siempre me han dado cosica, como dice Joaquín Reyes, las terapias que, tomando un acto natural sanador, lo simplifican demasiado y lo prescriben sin envase.

Me explico. Centrarse en el aquí y ahora, serenando el alma, es saludable. También me lo parece abrazar a tus semejantes para compartir una emoción vivida en sintonía , y bailar, y sentir la armonía de la música o de un hermoso paisaje, y aspirar un buen aroma a naturaleza o a alimento, y reírse juntos de algo que angustiaba, pero resultó que no era para tanto, y hacer el amor, liberando de paso la energía genital...

Pero frente a eso, aparecen las terapias: risoterapia, mindfulness, abrazoterapia, colorterapia, aroma terapia, masturba terapia (en la época victoriana se hacía: hoy la gente se automedica con esto gracias a internet, o a esos casposos contoneos con mensajes de gente muy sola en la televisión nocturna). Y creo que sin querer, al tratar de prescribirlas o aplicarlas así, en bruto, fuera de contexto, pierden su sentido, y rozan el ridículo. Lo intuyo porque tengo así como en la boca del estómago un gusanillo que se agita cuando siento vergüenza ajena, y creo que coincide con la nombrada "cosica" de Joaquín Reyes...

Así que creo que sí, que debemos reirnos, pero no hacer risoterapia.

Y no reirnos de cualquier manera. A mi juicio, hay algunas risas sanas:

La compartida
La de animal sano
La de algunos niños al jugar
La del que disipa con humor la angustia de lo que ya pasó
La de la paz
La del que enseña las vergüenzas de alguien indigno pero que se mostraba pomposo en su traje de emperador...
La de amor maternal o paterno, al contemplar a su hijo...

Y si necesitamos ayuda profesional... tenemos a esos maestros del humor y la ironía... El arquetipo de bufón como embajador de la verdad sin tapujos, como elaborador de dulces con la amarga realidad: José Mota, Gila, Tip y Coll, Muchachada Nui, Ionesco, Woody Allen, Frasier, Monty pyton, Eugenio, Faemino y Cansado, Seinfeld, Tyrion Lannister, David Larible, Fofó, Gabi, Leo Bassi, Mr Bean, Sardá, Buenafuente...,  y muchos otros bufones lúcidos (que tienen que cuidar no pasarse, y volverse cínicos y cansinos...). Y en la literatura, tenemos a Wodehouse, y a todos los que encuentres si pones en google libro+comedia...

E incluso podemos recibir terapia amateur, a través de los chistes...

Por cierto ¿De qué emociones nos hablan los chistes? De algo que parece trágico y acaba transformado en risa. De la sorpresa. De la equivocación al suponer el final. Pregúntale a Sheldon Cooper qué siente al oirlos (no los entiende, a pesar de que es muy inteligente...). Sentirá extrañeza, asombro, desprecio por el tonto protagonista que se ha equivocado, tomando algo demasiado literal, o sin guardar las normas sociales de pudor.

Los niños en cambio sí entienden los chistes. Se ríen al comprender las primeras normas de pudor, porque descubren que algo natural es tabú, y les resulta tan chocante que lo someten a prueba, y como el adulto se sonroja, se vuelven a sorprender, y estallan en risas. Reírse de los tabúes es normal cuando se es niño , por la sorpresa infantil del que ve que algo natural y aparentemente poco peligroso ensombrece el rostro alarmado de los adultos.

De mayor descubrirá el miedo ancestral que, con prudente sapiencia, creó y transmitió los tabúes: el miedo al caos de reírse del líder en posición de defecar. ¿Porqué las caca culo pedo pis son obscenas? Porque humillan al líder, lo muestran indefenso, falible... Y eso debilitará la cohesión social, y eso puede producir muertes... Y aprenderán también por qué tememos a las enfermedades derivadas del incesto, o de la falta de complementariedad de las uniones para procrear dos demasiado similares (homo, endogamia, etc...). Eso también causa dolor y muerte. No es cosa de risa...

Termino recordando, al hilo de lo anterior, que hay algunas risas menos sanas, o directamente morbosas. Nunca las uses, ni siquiera como terapia.

La de los niños o los necios al burlarse de lo digno
La engañosa y seductora
La del psicópata que se recrea en el dolor
La del que anticipa una venganza
La del que hace una crítica destructiva
La del excitado (por sustancias, o por hormonas) que chilla con histriónicas carcajadas de mono borracho o fumado, de hiena que esnifa o de adolescente en grupo...