lunes, 28 de septiembre de 2015

Carta a una persona dolorida







Hace poco tiempo caía en mis manos una carta que alguien, con sabiduría, escribía a una mujer que se sentía dolida y desorientada tras una ruptura sentimental. Por lo terapéutico de su contenido la reproduzco a continuación, añadiendo al final un par de curiosidades. 




¿Qué, ahora cómo estás? Plantada por tu historia acabada…, y frente a ti, la enorme cuesta arriba… Te sientes algo sola, sin nadie que se siente a escucharte, que comprenda tu situación…

No te debes rendir. Sigue siendo tú, persigue tu destino, pues todo ese dolor que está dentro, nunca debe interferir en tu camino. Descubrirás así que tu historia, toda, y cada minuto, pertenecen tan solo a ti.

Mas, si te has quedado tú navegando sin razones ,en el mar de tus porqués…

Mira en ti, escucha el silencio: tu corazón te soplara las palabras. 
Mira dentro de ti misma y, entonces, prueba si alcanzas donde te lleva tu alma.

Es difícil decidirse, (qué es lo correcto… qué debe hacerse…), si se tiene la cabeza en otra parte: 
tu orgullo que te atrapa, las noches que el dolor te destapa todo tu miedo a equivocarte…

Si te vuelves a sentir persiguiendo las estrellas, nunca debes renunciar… 


Cree en ti, escucha el silencio, tu corazón te curará las heridas. M
ira dentro de ti misma y entonces prueba a volar donde el dolor no te siga. 


No te engañarás, si escuchas atenta. Abre los brazos y es posible que toques cada mano, cada sueño que quieras tener. Cada uno de nosotros te espera con su corazón. 

Cada vez que dudes y que no sepas, prueba a escucharle: tu corazón sí que sabe…




Lo curioso de la carta anterior es que combina con elegancia y sencillez algunos elementos mencionados en este blog (el reflejo empático, la invitación a cuidarse, y a curar mediante el amor, la apreciación del silencio,  la dificultad de centrarse cuando hay exceso de orgullo o miedo a equivocarse, la invitación a perseguir los propios ideales, o a escuchar en calma la propia alma, la invitación a no rendirse, y a confiar en buenas gentes que acogerán...). 

Pero más curioso aún es que la haya escrito alguien de sólo 22 años, y que, para mucha gente, sólo sea una canción pop...

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